La primavera es una estación muy activa en jardinería, las plantas de verano se preparan para lucir en su estación y otras empiezan ya a florecer o dar sus frutos. Las tareas más importantes son el abono y el riego.
Los primeros calores de la primavera alertan a los jardineros que la época de máxima actividad en sus plantas ya ha llegado, es importante no tardar en ponerse manos a la obra para que tus plantas de verano no sufran y estén preparadas para sobrevivir al verano.
Cada tipo de planta va a necesitar un cuidado específico, pero como normal general, todas ellas van a necesitar que las atiendas de forma particular, que revises sus horas de riego, su ubicación y que las abones. No pierdas de vista cómo debes hacer cada una de las tareas básicas de jardinería para la primavera y el verano.
- Abonar siempre
Aportar nutrientes a la tierra de las plantas es prioritario en primavera y en verano, cuando el desgaste es mayor. Se recomienda abonar las plantas desde comienzos de la primavera y hasta el mes de octubre, atendiendo siempre a las necesidades específicas de cada una, Durante el verano, suele ser necesaria una sesión de abonado cada 15 o 20 días en las macetas y una vez al mes, si tienes jardín o plantas directamente en tierra.
Elegir el abono adecuado para cada planta es fundamental, ten en cuenta que de ello dependerá que sea efectivo y cumpla con su función de nutrición, ayudando a que la planta crezca más y mejor y de forma más saludable.
El abono puede ser casero o químico. Entre los caseros, hay algunos tan fáciles de conseguir como el agua de hervir verduras o huevos siempre que no le pongas sal, los posos del café con azúcar o leche fría con una cucharada de miel, son alternativas de abonos caseros universales y muy eficaces.
- Modificar el riego
Con el verano, se modifica la cantidad de agua que necesitan las plantas. Si bien algunas especies toleran bien el calor y se puede decir que son capaces de autorregularse, la mayoría de las plantas necesitarán que modifiques el riego.
Si riegas de forma manual, es probable que desde la primavera y hasta que acabe el verano tengas que aumentar la frecuencia de riego y la cantidad de agua que dispensas a cada una de tus plantas o partes del jardín. El riego automático también tienes que reprogramarlo y ponerlo a punto para que tus plantas no pasen sed. La hora adecuada para el riego también cambia en época estival, se recomienda el anochecer o el amanecer.
¿Te vas de vacaciones? En verano, el riego no puede posponerse mucho más de un día por lo que recuerda que cuando te marches de vacaciones tendrás que tener instalado algún sistema de riego automático para tus plantas, incluso las que tengas dentro de casa necesitan una forma de riego de interiores y automática cuando tú no estás. Los granos de arroz entre la tierra también ayudarán a que las plantas regulen mejor la humedad cuando no vayas a estar tú en casa para controlarlo.
- Ubicación de las plantas: reorganización del jardín
Los jardines exteriores y sobre tierra no pueden moverse según los cambios estacionales o las necesidades concretas de una planta, por eso, siempre se recomienda un estudio previo a la plantación de un jardín o huerto para diseñar una organización para las plantas que sea adecuada. Lo habitual es agrupar las plantas con semejantes necesidades o las que conviven bien en compañía. Si tu jardín está bien distribuido, no tendrá problemas en verano.
En el caso de las macetas o plantas que sí pueden cambiarse de lugar, muchas veces en verano especialmente en las zonas con periodos estivales de altas temperaturas, algunas macetas agradecerán que las reubiques a espacios más sombreadas de la casa o la terraza. No se trata de que las ocultes al completo del sol que es necesario para la mayoría de ellas, sino de que evites calor directo y prolongado por demasiado tiempo en las largar jornadas primaverales y veraniegas.
Si es necesario, no dudes en usar toldos, sombrillas o aprovechar la sombra de otras plantas o árboles para proteger las flores y plantas más delicadas, un exceso de sol directo puede quemar literalmente la hojas y pétalos de algunas especies, provocándoles graves daños, algunos irreparables. Si tienes dudas, consulta en tu floristería o vivero de confianza sobre este punto.
- Fumigar
Al igual que las plantas, los insectos y otros bichitos habituales en los jardines aparecen y están más activos en verano por lo que es esencial observar a menudo y en detalle todas tus plantas, con especial atención en las zonas conflictivas como los tallos o el envés de las hojas.
En algunas especies es recomendable fumigarlas de forma preventiva en primavera para evitar que plagas habituales se instalen en ellas durante la floración o el esplendor primaveral. Si tienes plantas con estas necesidades, no retrases el momento de la fumigación o previsión de los parásitos. Es mucho mejor prevenir que curar, también en jardinería.
La regularidad en la aplicación de pesticidas es básica para que sean efectivas, tanto si usas productos naturales como recursos químicos revisa las necesidades de tus plantas y macetas en este sentido con los primeros calores.
Estas tareas de verano y primavera te garantizan un buen estado de tus plantas, aunque si no eres muy aficionado a la jardinería te parecerán duras, es cuestión de coger una nueva rutina durante este etapa del año y ser constante para dar respuesta a las necesidades concretas de tu jardín exterior y tus macetas de interior.
La intensidad de las tareas de jardín que exige el buen tiempo siempre te lo recompensan tus plantas en verano luciendo perfectas, saludables y en todo su esplendor.
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